Mem Guímel

Asociación Socio-Cultural MEM GUÍMEL
Por la difusión de la cultura hebrea-Sefardí desde Melilla (España)
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lunes, 11 de junio de 2012

CAPERUCITA ROJA


CAPERUCITA ROJA CONTADO EN HAKETÍA
Por  Soly Anidjar

Era una vez una niñita luzida y muy bonita. Su madre la izo una capita colorada con tela que merco de encade Ayuch Amsellem el del soco, y la niñita la ponía tan a menudo la capita colorada que todo el olam la llamaba ferazmal, Caperucita Roja. La capita colorada era como las que mos ponían cuando teníamos sarampion, iwual.
Un día, su madre la dicho ayma, leva unos pasteles y unas hajitas sabrozas a tu abuelita mama Hanna, mama Hanna, vivía al otro lado del bosque en una caleja sin salida con una lechura y una dolma de no sepáis de mal, Su madre la recomendó que no se entreteniera con ningún melhok por el camino, el bosque dichozo era muy peligroso, y pudria estar por allí el malogrado del lobo.A mira si quedes tu esa madre una ninita se manda sola a esa jeha el cahla?
Caperucita Roja tomo la alcofita con los pasteles de la patisseria de Pilo de Tanger, y las hajitas y se puso en camino. La nińita tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de la Abuelita, mama Hanna pero no se espanto porque allí en el bosque siempre encontraba a los pácharitos, las ayanas, los conejos, las tortugas
Wuowuo de repente miro al lobo, se le cayga el mazal, era grande y preto como el carbón.
Onde vas, niña dicho con su voz ronca de trueno.
- A casa de mi Abuelita mama Hanna- le dicho Caperucita.
Caperucita puso su alcofita con todas la hajitas en la hierba y se puzo a cortar flores: - El lobo no le quede amo ni dueńo se fue-, no tengo porque spantarme. Mama Hanna se pondrá muy contenta cuando la leve estas flores con los pasteles y lasa hajitas, daca lo pondré todo en la alcofa.
De mientras ni corto ni peresoso el malogrado del lobo se fue a casa de mama Hanna, pico a la puerta y la biejita le abrió porque se la creio que era su nietezita, Caperucita. El lobo bel3eo a la biejita y se puso el gorito rosa, se cobijo con el albornos que estaba en la percha del corte inglés, se metió en la cama
se tapo, cerró los ojos y se mudeo. Caperucita Roja llegó unos minutos dispues quel, toda contenta puzo la alcofa sobre la meza de la cozina y las flores sobre la meza del comedor.
La niñita lamarga se acercó a la cama y vio que su abuela estaba, trocada y dicho con espanto y temblor.
Abuelita, abuelita, ¿qué ojjos más grandes tienes?
- Son para verte mejjor a benti- dijo el melok del lobo imitando la voz de la abuelita.
-Abuelita , abuelita, ¿qué orejjas más grandes tienes?
-Son para oírte mejjor- dicho el lobo.
- Abuelita, abuelita, wuowuo ¿qué dientes más grandes tienes?
- Son para...belearte mejjoooor!- y diziendo esto, el lobo malogrado se tiro sobre la niñita y la comió, lo mismo que izo con la abuelita.
Buglib en la tripa ya tiene a la Abuelita y a la niñita
El uardia que cuidaba de la caza de la Abuelita miró la puerta de la caza abierta y al lobo no le quede amo echado en la cama y mudeado de tan harto que estaba.
El uardia sacó su cochio y le abrió la bariga del lobo. La Abuelita y Caperucita estaban allí, ¡vivas!.
Para castigar al lobo El uardia le llenó la bariga de piedrezitas y se lo cuzio con ilo y agujja (sin dedal). Cuando el lobo se despertó de su pezado sueño, le bino una sed y se fue a un estanque serca de la plaza de España para beber. Como las piedras pezaban una tonelada, cayó bahda en el estanque de cabeza y se ahogó.
Caperucita y su abuela, no las entro nada más que un gran espanto, pero Caperucita Roja aprendió la lección. Caperucita y su abuela, no las entro nada más que un gran espanto, pero Caperucita Roja aprendió la lección. Prometió a su Abuelita que en la vida no se pondrá a kasrear con ningún melhok desconocido.
Y aquí se acaba el cuento con pan y pimiento.