Mem Guímel

Asociación Socio-Cultural MEM GUÍMEL
Por la difusión de la cultura hebrea-Sefardí desde Melilla (España)
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viernes, 24 de octubre de 2008

LA APATÍA, El Principio del Fin


MABATI (mi Mirada)
Por Mordejay Guahnich

El Judaísmo es la unión de un grupo de individuos que formamos el pueblo elegido por el altísimo, siempre hablando en plural y alojándonos de lo individualizado.
La vida en colectividad requiere una serie de implicaciones intrínsecas de las que debemos formar parte. Esto quiere decir, que el Judío debe ser parte de su Sinagoga, de su Comunidad, de sus Kolel, de sus Yeshivot, de sus organizaciones benéficas, y en Melilla Mem Guímel…….
No podemos estar desvinculados de sus decisiones, de sus cambios, de sus proyectos y propuestas. Debemos de colaborar para que mejoren estas instituciones y a la vez se perfeccione la vida entorno a nuestro círculo más cercano. Dando un apoyo constante, con nuestro trabajo, colaboración, y sin olvidar la económica.
No debemos ser victima de la desidia y la apatía con los temas importantes de nuestra Comunidad u organismo de los que dependemos como Judíos. Los dirigentes deben tener un desvelo persistente por aglutinar y alejar esta apatía de sus correligionarios. Esta situación lleva al desinterés colectivo, favoreciendo el declive y destrucción de la colectividad, y avivando el individualismo (lejos de la mentalidad Judía). Es importante formar parte de las decisiones y caminos que se tomen, escuchando las peticiones y sugerencias, demostrando una transparencia en cada paso, pero siempre bajo el prisma de la Torá.
La Torá es el camino del pueblo como colectividad, nuestros Jajamim nos dieron las directrices para que todo fuera una balsa de aceite. Debemos sentir imprescindibles la presencia de Hakadosh Barujú y la Torá en nuestra vida, negocios, ámbitos cercanos, así como en nuestras instituciones. El ser Humano viene a este mundo y se marcha dejando en todo caso una pequeña huella.
Viendo un video, el locutor decía “que se puede estar con Hashem o contra Hashem (Jash Veshalom), pero jamás sin él”. Eso es, unir fuerzas y trabajar para marchar por el camino correcto, por el camino de Hashem. Y a los que todavía no se han subido al carro, entre todos debemos echarles una mano, hay que ayudarles con dulzura y amabilidad para que hagan Teshuvá. No olvidar nunca que algunos hemos estado en el otro lado de la línea y alguien nos brindo su mano para cruzarla, es bueno tener “memoria histórica” de nuestro pasado para comprender a los demás en la situación en la que se encuentra en la actualidad. Nunca el desprecio por no estar a nuestro nivel, y mucho menos hacer leña del arbol caído “Jash Veshalom”.
En este mismo video el Rab Obadía Yosef comentaba “lloro por las personas alejadas de la Torá, y pido a cada Judío del Mundo que ayude a su amigo para acercarse a Hashem”.

Que Hashem nos ayude para estar siempre unidos, formando una columna sólida con la corona de la Torá en su cenit.
Que Hakadosh Barujú nos ilumine el camino de la Teshuvá, envíe Refuá Shelemá a los enfermos y de fuerza a los sanos para cumplir con sus preceptos.
Que Hashem nos ayude y siempre nos destaquemos por el amor al prójimo. Alejando al Yetzer Hará (mal instinto) y el Sinnat Jinam (odio gratuito) de nuestras vidas.

Shabat Shalom. Berajá y Hazlajá