Mem Guímel

Asociación Socio-Cultural MEM GUÍMEL
Por la difusión de la cultura hebrea-Sefardí desde Melilla (España)
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viernes, 5 de septiembre de 2008

5 de septiembre de 1972






MABATI (Mi Mirada)


Por Mordejay Guahnich





Una pagina triste de nuestra historia, se escribía con sangre judía el 26 de Elul de 5732, 5 de septiembre 1972. En esta ocasión morían 11 integrantes del equipo deportivo que representaba al Estado de Israel en las XX edición de los Juegos Olímpicos de verano.



No hay casualidades en la vida, Hakadosh Barujú guía nuestros caminos, cada impulso es un mensaje, que a veces no sabemos interpretar. Pero cuando se repite el mismo mensaje, te tienes que parar y pensar que significa esta reiteración.
En esta ocasión buceando por el mundo que nos ha brindado el Boré Olam, Internet, una y otra vez aparecían páginas con la Masacre de Munich, como no era el tema que buscaba, lo deseche la primera vez, pero hubo una segunda y tercera vez. ¿Quiere decir esto algo?
Lo sorprendente que al recordar la fecha, un ligero vistazo al calendario, se conmemora esta semana, el trágico suceso. Fue el 5 de septiembre de 1972, al hacer la conversión al calendario hebreo es el 26 de Elul de 5732.
Lo correcto sería escribir algo para el 26 de Elul, momento cuando se recuerde las Najalot.
Pero me veo en la obligación Moral de hacer caso de este mensaje y honrar la memoria y las almas de los 11 Judíos que murieron, por pertenecer a este milenario Pueblo.
La denominada Masacre de Múnich tuvo lugar en la ciudad de Múnich, en el estado de Baviera (Alemania) el 5 de septiembre de 1972, durante la XX edición de los Juegos Olímpicos de verano. Ese día un comando de terroristas palestinos denominado Septiembre Negro tomó como rehenes a once de los veinte integrantes del equipo olímpico de Israel.
Los medios de comunicación que cubrían las Olimpiadas, transmitieron en directo los acontecimientos.
Antes de amanecer el 5 de septiembre, sobre al 4:30 horas, 8 terroristas del grupo palestino Septiembre Negro, escalaban la verja que bordeaba la villa olímpica. Para no levantar sospecha iban con prendas deportivas, para simular que eran atletas, que regresaban de una noche de descanso. Incluso algunos deportistas de Estados Unidos le ayudaron, sin conocer sus verdaderas identidades.
Moshé Weinberg Z.L., era el entrenador del equipo de lucha, escucho un ruido y observó como intentaban abrir la puerta. Aunque eran deportistas, tenían formación militar como todo israelí, Moshé Weinberg Z.L., intentó cerrar la puerta y dio la voz de alarma sin saber exactamente que ocurría. Fue asesinado durante el forcejeo, al intentar defenderse y proteger a sus compañeros.
Algunos atletas consiguieron escapar por las ventanas y dieron la voz de alarma en la villa Olímpica. Pero nueve judíos del equipo deportivo de Israel, fueron capturados y convertidos en rehenes.
En ese momento llegaba el Israelí, Joseph Romano Z.L, que al ver lo que ocurría, consiguió quitarle la pistola a uno de los terroristas, pero fue abatido a tiros.
Enseguida se movilizó la villa olímpica, las primeras autoridades Alemanas comenzaban a llegar, y ante la confusión lo primero que se pensó que la sombra Nazi saltaba al escenario. Enseguida se pudo comprobar que eran fedeyines palestinos.
El jefe de policía alemán Manfred Schreiber y Ahmed Touni, que encabezaba la delegación olímpica egipcia, consiguieron hablar con los terroristas para conocer cuales era sus intenciones y peticiones. Las exigencias eran la liberación de 234 palestinos presos en cárceles israelíes y dos más encarcelados en Alemania, y el traslado a Egipto. Si no accedían a sus peticiones empezarían a matar a los judíos que tenían de rehenes.
La petición fue elevada al Estado de Israel, pero Golda Meir Z.L., arropada por su gobierno, respondía de forma inmediata y contundente: NO HAY NEGOCIACION CON TERRORISTAS.
Israel ofreció a las autoridades alemanas, el envío de unidades especiales para la lucha contra terroristas. Desgraciadamente el canciller alemán Willy Brandt y el ministro del Interior Hans-Dietrich Genscher, rechazaron el ofrecimiento. Estaba el honor de Alemania en juego. Para Israel lo que estaba en juego eran la vida de 9 Judíos.
La policía alemana no disponía de medios adecuados para este tipo de operaciones: miras telescópicas, aparatos de visión nocturna, equipo avanzado de escucha, equipo de enlace. Unido a estas carencias de material, no contaba con entrenamiento especializado en operaciones de rescate de rehenes. A esto se unió la falta de coordinación. Todos esto dio como resultado un rotundo fracaso operacional.
Las conversaciones no avanzaban, y los terroristas exigieron que les preparen un avión para poder viajar a El Cairo.
Los alemanes trazaron un plan, fingiendo que estaban de acuerdo, sobre las 22 horas dos helicópteros trasladaban a los terroristas y a los rehenes, supuestamente al aeropuerto internacional de Múnich. En realidad a una base militar.
Al aterrizar, y tras cerca de una hora de espera, dos terroristas se acercaban para comprobar que todo marchaba según lo acordado. Se dieron cuenta que estaban en una trampa. Enseguida comenzaba el tiroteo entre la policía alemana y los terroristas.
El caos llegó, dos terroristas y un policía mueren. Los pilotos de los helicópteros pueden escapar, excepto uno. Los deportistas estaban maniatados a la aeronave, no pudiendo escapar. Tres de los terroristas se protegen del fuego de la policía alemana tras el segundo helicóptero.
Pasado varios minutos de la media noche, un terrorista lanza una granda en el primer helicóptero, muriendo los 4 atletas y el piloto que no logró escapar. dos terroristas optaron por salir y disparar sin control, fueron abatidos. Los tres terroristas restantes se entregan. Pero desgraciadamente, durante el tiroteo, murieron los atletas que estaban en el segundo helicóptero.
Como muestra de duelo, la bandera olímpica se izó a media asta junto con la mayoría de las banderas nacionales de los países presentes en los juegos, a excepción de los países árabes, los cuales exigieron que sus enseñas ondeasen en lo alto del mástil. Las naciones árabes de donde eran los terroristas lo veían como una claudicación frente a Israel.
El 5 de septiembre el equipo olímpico israelí anunció que abandonaba Múnich, siendo especialmente protegidos por las fuerzas de seguridad. El equipo egipcio dejó los juegos el 7 de septiembre, temiendo posibles represalias.



Las víctimas mortales de la Masacre de Múnich
¨ Moshe Weinberg (entrenador de lucha libre)
¨ Yossef Romano (halterofilista)
¨ Ze'ev Friedman (halterofilista)
¨ David Berger (halterofilista)
¨ Yakov Springer (juez de pesas)
¨ Eliezer Halfin (luchador)
¨ Yossef Gutfreund (árbitro de lucha libre)
¨ Kehat Shorr (entrenador de tiro)
¨ Mark Slavin (luchador)
¨ Andre Spitzer (entrenador de esgrima)
¨ Amitzur Shapira (entrenador de atletismo)


Ya hace 36 años que estos hermanos nuestros fueron brutalmente asesinados, debe de perdurar en la memoria a pesar de los años. Como el de todos aquellos que fueron perseguidos, humillados y asesinados, simplemente por pertenecer al Pueblo Hebreo.
En estos días de Elul, debemos de pensar en ellos, honrarlos con la unión de todo el pueblo hebreo, acercando nuestros corazones a la Torá y elevando nuestras plegarias al Boré Olam (señor del Mundo), para que seamos dignos de ver la llegada del Melej Hamashiaj y reconstruido el tercer Bet-Hamikdash. Amén.

Fuente: http://es.wikipedia.org; La Masacre de Munich; Diversos artículos de Prensa.