Mabati (mi Mirada)
Por Mordejay Guahnnich
Tengo grato recuerdo de mi niñez, cuando en Melilla la Comunidad era muy numerosa, pero a pesar de esto todos estábamos, de forma física y sentimental.
No dudo que lo que voy a decir se da en otros lugares, en otras comunidades que son ejemplares para los Judíos del Olam.
Pero, permítanme dar mi visión desde los regazos de mi ciudad, puede ser ejemplo o no, pero para mi es lo que ha condicionado mi forma de vida, gracias Hashem, y me ha formado como judío. A veces esta idea de añoranza se convierte en un sueño del que no quiero despertar y ver la cruda realidad de la vida actual, me quiero aferrar a mis recuerdos y sentirme orgulloso de ello “aquel pueblo que no recuerda su historia está obligado a repetirla”.
Melilla fue una comunidad pródiga, con varios miles de miembros, las familias por lo general eran numerosas. Por ende había mucha juventud y niños, todos ellos esponjas que absorbían las Midot (cualidades) que emanaban de sus mayores. Ejemplo que ha conformado el paradigma actual de esta Kehilá.
Una gran mayoría de estas familias eran humildes, y algunos muy humildes, pero en contraposición se encontraba con una gran riqueza entre sus manos, riqueza que se ha exportado por el mundo a través de los Judíos Melillenses que hoy viven en otras ciudades. Este tesoro son las buenas Midot, la unión, el amor al prójimo, Jesed con y por los demás, respeto a nuestros mayores, temor a Hashem y observar sus leyes. Como dice nuestro Rab Yamín Bittán “Nero Yair”, todo hay que hacerlo con corazón y amor a los demás.
Era bello ver como los Shabat y los Jaguim ataviados con ropas festivas (para algunos la única para estos días), columnas humanas acudían a las Sinagogas con la alegría de poder dedicarle este día a Hakadosh Barujú, acompañados de sus hijos. Mientras las virtuosas mujeres esperaban en el hogar encendiendo las Nerot y preparándolo todo según nuestras tradiciones y costumbres transmitidas por generaciones.
Esta unión del pueblo Judío es lo que siempre nos ha distinguido, como si fuéramos un solo ente, compartiendo nuestros momentos de alegría y apoyándonos en los momentos adversos. Sin distinción ni clases, sin fisura que resquebrajara esta armonía y forma de vivir comunitaria, haciendo eco de la fase tan conocida “AM ISRAEL EJAD”.
Desgraciadamente el Yetzer Hará (mal instinto), intenta hacer su trabajo rompiendo esta armonía que debe imperar, no olvidemos que el segundo Bet-Hamikdash (Templo de Jerusalem) fue destruido por Sinnat Jinam (odio gratuito). La sociedad actual se ha convertido en egocentrista y mina nuestra forma de vida, imperando “Yo el primero y después Yo”. La sociedad actual intenta educarnos en valores alejados del judaísmo, valores alejados de cualquier forma de vida correcta en la humanidad. Esta forma de pensar debe ser rechazada de pleno, para que en nuestros corazones impere el sentimiento hacia los demás y el amor a nuestros semejantes.
Estos días en Melilla hemos dado ejemplo de este espíritu Judío, uniéndonos ante una situación que nos tiene a todos el alma en vilo. Sintiéndonos nuevamente un solo cuerpo, un solo alma, un solo ser.
Un querido niño de nuestra Kehilá se encuentra delicado de salud, con tan solo 4 años. Es un niño alegre y amigo de todos, siempre pasando de largo, dejando una leve mirada con su sonrisa inocente, un niño cariñoso. Hablamos de nuestro querido Yaacob Mijael Refael Bar Debora.
Desde el mismo momento que se ha sabido de esta situación, la Kehilá haciendo gala de sus Midot, se ha unido para dirigir sus plegarias a Hashem, suplicándole que le envíe Refuá Shelemá.
Durante estos días todos sin distinción (como debe ser siempre), acuden a las convocatorias para leer Tehilím en las diferentes sinagogas o en algunos domicilios, incluso los niños en el colegio dijeron Berajot sobre alimentos para Refuá Shelemá.
Se puede palpar en el ambiente como las suplicas, las kavanot de las tefilot y los constantes meldados de Tehilim, están presente en cada momento del día. El número de personas que acuden a los Shiurim es mayor, cada uno al decir una Berajá piensa en la cura completa de nuestro querido niño. Hoy en Melilla, no hay casa donde no se hayan elevado plegarias y peticiones al Altísimo. Apoyando a estos padres, abuelos, y demás familiares.
Tenemos que darle gracias a Hashem que las nuevas tecnologías nos están haciendo posible informar a todos, como resultado desde los cuatros puntos cardinales del mundo se elevan suplicas a los Shamayim..
En la Perashá Toledot 27:25 dice: “Se acerco Yaacob a Itzjak su padre, y lo palpo y dijo (Hakol Kol Yaacob) la voz es de Yaacob…….”. En su comentario el Rab Shaul Malej dice: Hakol Kol Yaacob, la siguiente expresión de Yitzjak representa un mensaje eterno para Israel, aludiendo que mientras Esav su fuerza está en sus “Manos” (por medio de la violencia), Yaacob su fortaleza la tiene en “LA VOZ”, con rezos y estudio de Torá. La palabra Hakol (la voz) está escrita sin Vav, leyéndose Hakal (se aligera) queriendo decir “cuando se aligera y debilita la voz de Yaacob, cuando falta estudio de Torá y Tefilá, entonces las manos de Esav pueden alcanzar a Yaacob”. Cuando hay peligro de enemigos el arma más poderosa de Israel es “la voz” del estudio de la Torá.
Agregaría a este impresionante mensaje, que la voz nunca debe debilitarse, Hashem quiere escuchar nuestras Tefilot, nuestras plegarias y nuestras suplicas, es como un padre que espera tras la puerta que llamemos y enseguida nos sienta en su regazo para escucharnos. Pero la Voz debe ir acompañada de nuestras Midot, nuestras cualidades, nuestro amor al prójimo, nuestra voluntad de dar a los demás sin espera a cambio.
Mucha Torá sin Midot no lleva a buen puerto, hay que estudiar Torá y a la vez llevar a la práctica las enseñanzas de nuestros Jajamin en Musar.
Tampoco vale tener muchas cualidades sin Torá, a ellos, decirles que ya es hora de ponerse al tajo y empezar a estudiar nuestra Sagrada Torá.
EL JUDÍO ES UN TODO
-TORÁ CON CUALIDADES Y ACCIÓN-.
Que nuestra voz no deje de escucharse y Hashem nos responda con la llegada pronto a Melilla de nuestro querido Yaacob Mijael Refael. Amén
Que Hashem nos proteja y su luz ilumine el mundo. Envíe Refuá Shelemá a todas las personas enfermas, de fuerzas y vitalidad a las sanas para poder cumplir sus preceptos.
Que tengamos el gran Zejut (mérito), de ver en nuestros días la llegada del Melej Hamashiaj y reconstruido el tercer Bet-Hamikdash. Con la llegada de la Paz en le Mundo.
Shabat Shalom. Berajá y Hazlajá.
Tengo grato recuerdo de mi niñez, cuando en Melilla la Comunidad era muy numerosa, pero a pesar de esto todos estábamos, de forma física y sentimental.
No dudo que lo que voy a decir se da en otros lugares, en otras comunidades que son ejemplares para los Judíos del Olam.
Pero, permítanme dar mi visión desde los regazos de mi ciudad, puede ser ejemplo o no, pero para mi es lo que ha condicionado mi forma de vida, gracias Hashem, y me ha formado como judío. A veces esta idea de añoranza se convierte en un sueño del que no quiero despertar y ver la cruda realidad de la vida actual, me quiero aferrar a mis recuerdos y sentirme orgulloso de ello “aquel pueblo que no recuerda su historia está obligado a repetirla”.
Melilla fue una comunidad pródiga, con varios miles de miembros, las familias por lo general eran numerosas. Por ende había mucha juventud y niños, todos ellos esponjas que absorbían las Midot (cualidades) que emanaban de sus mayores. Ejemplo que ha conformado el paradigma actual de esta Kehilá.
Una gran mayoría de estas familias eran humildes, y algunos muy humildes, pero en contraposición se encontraba con una gran riqueza entre sus manos, riqueza que se ha exportado por el mundo a través de los Judíos Melillenses que hoy viven en otras ciudades. Este tesoro son las buenas Midot, la unión, el amor al prójimo, Jesed con y por los demás, respeto a nuestros mayores, temor a Hashem y observar sus leyes. Como dice nuestro Rab Yamín Bittán “Nero Yair”, todo hay que hacerlo con corazón y amor a los demás.
Era bello ver como los Shabat y los Jaguim ataviados con ropas festivas (para algunos la única para estos días), columnas humanas acudían a las Sinagogas con la alegría de poder dedicarle este día a Hakadosh Barujú, acompañados de sus hijos. Mientras las virtuosas mujeres esperaban en el hogar encendiendo las Nerot y preparándolo todo según nuestras tradiciones y costumbres transmitidas por generaciones.
Esta unión del pueblo Judío es lo que siempre nos ha distinguido, como si fuéramos un solo ente, compartiendo nuestros momentos de alegría y apoyándonos en los momentos adversos. Sin distinción ni clases, sin fisura que resquebrajara esta armonía y forma de vivir comunitaria, haciendo eco de la fase tan conocida “AM ISRAEL EJAD”.
Desgraciadamente el Yetzer Hará (mal instinto), intenta hacer su trabajo rompiendo esta armonía que debe imperar, no olvidemos que el segundo Bet-Hamikdash (Templo de Jerusalem) fue destruido por Sinnat Jinam (odio gratuito). La sociedad actual se ha convertido en egocentrista y mina nuestra forma de vida, imperando “Yo el primero y después Yo”. La sociedad actual intenta educarnos en valores alejados del judaísmo, valores alejados de cualquier forma de vida correcta en la humanidad. Esta forma de pensar debe ser rechazada de pleno, para que en nuestros corazones impere el sentimiento hacia los demás y el amor a nuestros semejantes.
Estos días en Melilla hemos dado ejemplo de este espíritu Judío, uniéndonos ante una situación que nos tiene a todos el alma en vilo. Sintiéndonos nuevamente un solo cuerpo, un solo alma, un solo ser.
Un querido niño de nuestra Kehilá se encuentra delicado de salud, con tan solo 4 años. Es un niño alegre y amigo de todos, siempre pasando de largo, dejando una leve mirada con su sonrisa inocente, un niño cariñoso. Hablamos de nuestro querido Yaacob Mijael Refael Bar Debora.
Desde el mismo momento que se ha sabido de esta situación, la Kehilá haciendo gala de sus Midot, se ha unido para dirigir sus plegarias a Hashem, suplicándole que le envíe Refuá Shelemá.
Durante estos días todos sin distinción (como debe ser siempre), acuden a las convocatorias para leer Tehilím en las diferentes sinagogas o en algunos domicilios, incluso los niños en el colegio dijeron Berajot sobre alimentos para Refuá Shelemá.
Se puede palpar en el ambiente como las suplicas, las kavanot de las tefilot y los constantes meldados de Tehilim, están presente en cada momento del día. El número de personas que acuden a los Shiurim es mayor, cada uno al decir una Berajá piensa en la cura completa de nuestro querido niño. Hoy en Melilla, no hay casa donde no se hayan elevado plegarias y peticiones al Altísimo. Apoyando a estos padres, abuelos, y demás familiares.
Tenemos que darle gracias a Hashem que las nuevas tecnologías nos están haciendo posible informar a todos, como resultado desde los cuatros puntos cardinales del mundo se elevan suplicas a los Shamayim..
En la Perashá Toledot 27:25 dice: “Se acerco Yaacob a Itzjak su padre, y lo palpo y dijo (Hakol Kol Yaacob) la voz es de Yaacob…….”. En su comentario el Rab Shaul Malej dice: Hakol Kol Yaacob, la siguiente expresión de Yitzjak representa un mensaje eterno para Israel, aludiendo que mientras Esav su fuerza está en sus “Manos” (por medio de la violencia), Yaacob su fortaleza la tiene en “LA VOZ”, con rezos y estudio de Torá. La palabra Hakol (la voz) está escrita sin Vav, leyéndose Hakal (se aligera) queriendo decir “cuando se aligera y debilita la voz de Yaacob, cuando falta estudio de Torá y Tefilá, entonces las manos de Esav pueden alcanzar a Yaacob”. Cuando hay peligro de enemigos el arma más poderosa de Israel es “la voz” del estudio de la Torá.
Agregaría a este impresionante mensaje, que la voz nunca debe debilitarse, Hashem quiere escuchar nuestras Tefilot, nuestras plegarias y nuestras suplicas, es como un padre que espera tras la puerta que llamemos y enseguida nos sienta en su regazo para escucharnos. Pero la Voz debe ir acompañada de nuestras Midot, nuestras cualidades, nuestro amor al prójimo, nuestra voluntad de dar a los demás sin espera a cambio.
Mucha Torá sin Midot no lleva a buen puerto, hay que estudiar Torá y a la vez llevar a la práctica las enseñanzas de nuestros Jajamin en Musar.
Tampoco vale tener muchas cualidades sin Torá, a ellos, decirles que ya es hora de ponerse al tajo y empezar a estudiar nuestra Sagrada Torá.
EL JUDÍO ES UN TODO
-TORÁ CON CUALIDADES Y ACCIÓN-.
Que nuestra voz no deje de escucharse y Hashem nos responda con la llegada pronto a Melilla de nuestro querido Yaacob Mijael Refael. Amén
Que Hashem nos proteja y su luz ilumine el mundo. Envíe Refuá Shelemá a todas las personas enfermas, de fuerzas y vitalidad a las sanas para poder cumplir sus preceptos.
Que tengamos el gran Zejut (mérito), de ver en nuestros días la llegada del Melej Hamashiaj y reconstruido el tercer Bet-Hamikdash. Con la llegada de la Paz en le Mundo.
Shabat Shalom. Berajá y Hazlajá.
