Zorear en el Tzadik Rabbi
Saadia Edaty Z.L.
El pasado domingo 6 de mayo
de 2012, los judíos melillenses, llevaron a cabo su tradición peregrinación a
la tumba del Tsadik Rabbi Saadia Edaty Z.L. (Rabino destacado del mundo judío),
que se encuentra enterrado a pocos kilómetros de Melilla, en la provincia marroquí
de Nador.
La Comunidad Israelita de
Melilla, contrato para la ocasión el servicio de dos autobuses. Siendo más de
100 miembros de esta Kehilá y tres de Venezuela, los usuarios, entre ellos el
Rabino de la Kehilá de Melilla Rab Yamín Bittán “Neró Yair”. Incluso varias
familias se acercaron con sus vehículos
particulares.
A las 11 horas ya todos
sentaditos y con el cinturón de seguridad puestos, comenzaban la marcha.
Agradecer a D. Salmón las
gestiones para garantizar la seguridad y facilitar el paso fronterizo sin contratiempos.
También a D. David Bencheluch, directivo
de la Comunidad, que no escatima esfuerzo para que todo salga sin adversidad.
Tras pasar las fronteras, a
cabeza de los autobuses un vehículo de la policía marroquí, abría paso e
indicaba el camino. En esta ocasión el desvío de la carretera no fue el
acostumbrado, debido a las obras para mejorar el acceso.
Tras dejar la carretera, hay
que sortear un camino, que en algunos
tramos entraña peligro por la estreche
del mismo, en especial para vehículo como el autobús.
Una vez llegado a la zona, todos
elevan la mirada, pensando que queda lo mejor, subir la ladera de la montaña,
para llegar al lugar donde se encuentra la Tumba del Tzadik.
Pero gracias al Señor Isaac Bendayán, que sufragó los gastos
para allanar y cimentar el camino de subida. Posteriormente arreglado por su
yerno el Sr. Saadia Cohén y su esposa.
Para descansar hay varios bancos distribuido
de forma estratégica.
Varios centenares de feligreses inundan el camino, dando
colorido al gris del camino de subida. Mientras se entona Piyutim
(canciones litúrgicas) donde se ensalza y enarbola la personalidad del Tzadik.
Conforme van llegando los
feligreses, tras el periplo de la subida, la emoción inunda los corazones y se
acercan a la tumba sin apenas tomar aire. Todos ilusionados, se comienza a
escuchar las plegarias y lectura del libro de Tehilim (salmos de David).
Decir que los judíos no
realizan las peticiones a personas vivas o fallecidas, se consideraría
idolatría. Directamente a Ashem (Altísimo), y se le pide que por el Zejut
(mérito) de los grandes Rabinos escuche estas plegarias y las haga
realidad.
El clima acompañaba y el sol
estuvo presente en todo momento. Esto facilitó que se disfrutara más del día si
era posible. Todos junto a Tumba del Tzadik fomentando la unión y amistad en el seno del pueblo judío
melillense, con liturgia, espiritualidad, santidad y emuná (fe).
Como siempre que se visita un
Tzadik, muchas fueron las velas que se encendieron, formando una llama
continua. La llama de la Torá y buenas acciones que nos iluminará el
camino para el año próximo.
A la Hora de comer, como es
tradición, todos comparte los ricos platos que han traído, un amplio despliegue
de salados y dulces. Haciendo gala de las gastronomía judía-melillense
A las 2, 30 de la tarde el
Rab oficio el rezo de Minjá.
A las tres nuevamente el
camino se llenada de colorido, dejando tras sí un día inolvidable, cargado de
la santidad del lugar.
Todos con palabras de buenos
deseos y que sean escuchas y recibidas todas las peticiones y súplicas.
Con ganas de volver el año próximo.